Cuando hablamos de controladores fiscales nos referimos a una amplia variedad de modelos que, en última instancia, se resumen en un equipo electrónico homologado por los organismos gubernamentales correspondientes; en el caso de la argentina, por la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP). La función de estos equipos es emitir comprobantes y, por otro lado, preservar aquellos datos fiscales de interés que se gestionan a través de prestaciones de servicios o venta de productos.
La ley especifica que los contribuyentes deben emitir facturas electrónicas, pero esta necesidad puede variar de acuerdo al tipo de operación y monto en cuestión; motivo por el cual los controladores fiscales que no se encuentran en línea con la AFIP pueden seguir vigentes durante mucho tiempo, desde luego, dependiendo de cada caso en particular; pero especialmente dentro del sector del comercio y las PYMES.
Estas medidas, sin embargo, marcan una tendencia hacia un régimen más moderno enfocado en la implementación de facturas electrónicas, y que actualmente alcanza a buena parte de los contribuyentes. No obstante, los plazos fijados para la incorporación de este tipo de facturas no es el mismo para todos los sectores; de hecho, incluso es justo pensar que en muchos casos esto no será una necesidad de orden primario. Hasta la propia AFIP establece una normativa que exceptúa de esta obligación a diferentes sectores.
Más allá de las excepciones, que sin duda conforman un amplio margen para la incertidumbre y la especulación, los nuevos controladores fiscales requieren de la incorporación de software homologado por la AFIP. Esto abre una serie de nuevas consultas, tales como qué tipos de controladores fiscales son los más adecuados para tal o cual modelo de negocios; qué impresoras y registradoras fiscales son las más aconsejables y qué tipo de software homologado se impone para asegurarse un funcionamiento correcto y de acuerdo a las normativas vigentes.
Antes de continuar nos permitimos una breve pero no por eso menos importante digresión: los controladores fiscales clásicos, aquellos en los que usted -seguramente confió durante años debido a su altísima tasa de eficiencia, continúan decididamente vigentes, y lo seguirán siendo durante un buen tiempo. Si bien en términos tecnológicos están un paso por detrás de los equipos más modernos, cuentan con la ventaja de no estar online con la AFIP, algo que sí ocurre con los equipos de última generación.
De modo que, a tenerlo muy en cuenta antes de tomar una decisión apresurada. Este aspecto puede tener un gran impacto en su sistema de facturación, y como tal debe ser abordado desde una perspectiva que contemple todas las variables de su negocio. En Stec podemos darle el mejor asesoramiento personalizado para convertir esa necesidad en una decisión estratégica e inteligente desde todo punto de vista.
¿Qué diferencia hay entre los controladores fiscales clásicos y los más modernos? Más allá de lo mencionado en los párrafos anteriores, es decir, que los equipos tradicionales no se encuentran conectados online con la AFIP, sino que operan de manera autónoma, es posible definirlos en términos de un formato tecnológico que no requiere equipamiento externo para funcionar correctamente; solo el confiable teclado y un display, al menos, que permita la interacción con el usuario.
En cualquier caso, los controladores fiscales clásicos son los más usados por todos los comercios pequeños y medianos que emiten sus tickets a consumidores finales; entre otros detalles técnicos que en Stec podemos comentarle de manera más precisa.
Por otro lado tenemos a los controladores fiscales electrónicos, es decir, con software homologado por la AFIP. Estos sí se encuentran en línea con la Administración Fiscal de Ingresos Públicos, y como tales demandan un mayor nivel de atención de parte del comerciante o el empresario en cuestión.
Estos equipos son compatibles con tanto con notebooks como con computadoras personales y distintos sistemas de punto de venta. Cuentan con la ventaja de que todos ellos cuentan con los últimos requerimientos fiscales exigidos por la AFIP, con lo cual usted se asegura un alto grado de confiabilidad; insistimos, dependiendo específicamente de su sector, ya que en buena parte del mercado aún se recomienda la implementación de los controladores fiscales tradicionales.
Para el funcionamiento de estos equipos más modernos solo se necesita computadora y el software específico que la controle. En la mayoría de los casos, los controladores fiscales ya tienen incorporados los comandos homologados para poder emitir comprobantes de diferente índole. En este sentido, es la computadora y el software homologado en le otorga su funcionamiento, y por eso se los considera como un sistema abierto.
Tal como vemos, las opciones en el mercado de los controladores fiscales son muchas, sin entrar siquiera en el terreno de las diferentes marcas y modelos que hoy en día operan en el territorio argentino. En este sentido, en Stec nos parece oportuno aclarar que los controladores fiscales clásicos continuarán totalmente vigentes y durante mucho tiempo. De hecho, nada hace pensar que no sigan conformando una opción lógica para distintos negocios.
Por estas razones lo invitamos a que se comunique con nosotros y se informe en detalle acerca de este y otros temas relacionados con su facturación. En Stec podemos brindarle soluciones de alta complejidad en materia tecnológica, y todo a través de un servicio de asesoramiento profesional y personalizado para que usted tome la mejor decisión para su negocio.